El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido una sentencia crucial en el asunto C-507/23, que aborda el derecho a la protección de los datos personales conforme al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Esta decisión se centra en la interpretación del artículo 82 del RGPD, que regula el derecho a la indemnización en casos de infracción de dicho reglamento.
El caso se originó en Letonia, donde un periodista especializado en el sector automovilístico interpuso una denuncia tras el uso no autorizado de su imagen en un vídeo promocional sobre la compra de vehículos de segunda mano. El Centro de Protección de los Derechos de los Consumidores de Letonia (PTAC) difundió un vídeo en el que se imitaba al periodista, sin su consentimiento explícito. A pesar de las solicitudes del periodista para que se retirara el contenido, este continuó circulando online. Ante esta violación de su derecho a la protección de datos personales, el demandante reclamó daños morales.
El periodista solicitó una compensación de 2.000 euros por el daño moral sufrido. No obstante, en primera instancia, el tribunal local solo le concedió 100 euros y una disculpa pública, decisión que fue ratificada en apelación. El periodista, insatisfecho con la resolución, recurrió al Tribunal Supremo de Letonia, planteando al TJUE tres preguntas fundamentales sobre la correcta interpretación del artículo 82 del RGPD.
Implicaciones de la Sentencia del TJUE
La sentencia del TJUE ofrece directrices importantes para el manejo de casos relacionados con infracciones del RGPD:
- No toda infracción del RGPD conlleva compensación automática: Es necesario que exista un daño real y demostrable para poder exigir indemnización. Esta consideración puede tener implicaciones significativas para las víctimas, quienes deberán evidenciar el impacto del tratamiento indebido de sus datos.
- La disculpa como solución válida en casos menores: El tribunal establece que, en situaciones de menor gravedad, una disculpa pública o privada puede ser suficiente para reparar el daño, sin que se requiera necesariamente una compensación económica.
- Independencia de las motivaciones del infractor: La indemnización debe basarse exclusivamente en el daño sufrido, lo que refuerza la función reparadora del artículo 82 del RGPD, sin considerar las intenciones o circunstancias del responsable del tratamiento de datos.
Esta sentencia clarifica la interpretación del derecho a indemnización bajo el RGPD y establece parámetros precisos para determinar cuándo una infracción puede dar lugar a compensación, así como las formas adecuadas de reparación. Estas directrices son esenciales en el contexto de casos de acoso y discriminación vinculados al uso indebido de datos personales, asegurando una mayor protección de los derechos de los individuos en el ámbito digital.