El pasado viernes día 20, el antiguo monopolio telefónico francés, France Télécom, y algunos de sus exdirectivos han sido condenados a penas de prisión y multas por “acoso moral”.
Sus métodos para reestructurar la empresa a finales de la pasada década se vincularon con varios suicidios ocurridos en la misma época. La sentencia puede crear un precedente que obligue a las grandes compañías a tener en cuenta la salud mental los trabajadores al aplicar sus planes. Didier Lombard, exconsejero delegado, así como su número dos y su director de recursos humanos, fueron condenados a un año de prisión, aunque a los cuatro meses podrán salir en libertad bajo fianza, y a 15.000 euros de multa. Orange, heredera de France Télécom, deberá pagar 75.000 euros.