El Juzgado de lo Penal nº 4 de A Coruña ha dictado una sentencia histórica que condena a la encargada de un supermercado Gadis a 20 meses de prisión por acoso laboral y lesiones psíquicas a dos trabajadoras. Además de la pena de prisión, la condenada deberá pagar una indemnización de 51.000 euros, incluyendo los gastos del Sergas derivados de la asistencia sanitaria a las víctimas, y los costes procesales del juicio.
Este caso, que se originó a partir de las denuncias presentadas en noviembre de 2019, ha revelado una alarmante cultura de acoso en el entorno laboral. La encargada, según la sentencia, ejercía un estilo de dirección autoritario, recurriendo sistemáticamente a descalificaciones y amenazas contra las trabajadoras. Expresiones como «inútil», «analfabeta», «subnormal perdida» y «te voy a matar» eran comunes, lo que creó un ambiente de trabajo insostenible y tóxico.
El fallo judicial también destaca la responsabilidad civil subsidiaria de Gadisa, la empresa matriz de Gadis, por no haber intervenido para detener los abusos, a pesar de haber sido informada por las afectadas. Esta omisión, según la sentencia, permitió que los actos de hostigamiento continuaran, resultando en graves consecuencias para la salud mental de las trabajadoras. Una de ellas sufrió un trastorno de estrés postraumático, mientras que la otra desarrolló un trastorno adaptativo ansioso depresivo, lo que las mantuvo en baja médica y tratamiento por más de un año.
La Confederación Intersindical Galega (CIG) ha subrayado que este caso no es aislado, apuntando a un estilo de dirección autoritario y deshumanizante en Gadis. La sentencia ha puesto en evidencia las fallas en los protocolos internos de acoso de la empresa, los cuales, según la CIG, están más enfocados en proteger a la compañía que en garantizar la seguridad y el bienestar de sus empleados.
Este veredicto es un recordatorio contundente de que las prácticas de acoso laboral no solo destruyen vidas, sino que también tienen graves consecuencias legales para los responsables y las organizaciones que permiten tales conductas. Gadis y otras empresas deben tomar nota y garantizar que sus políticas de trabajo promuevan el respeto y la dignidad de todos los empleados.
(Fuente original del extracto: elEconomista.es).