Diversas sentencias del Consejo de Estado francés destacan la importancia de que las empresas prevean los riesgos psicosociales y adopten acciones preventivas.
La normativa francesa requiere que se incluyan en un Plan de Salvaguardia del Empleo (PSE) los siguientes factores de riesgo psicosociales:
- El impacto emocional del despido: La anticipación de la pérdida de empleo puede generar estrés, ansiedad, depresión y miedo al futuro. Además, la exclusión laboral puede afectar la identidad profesional y desencadenar un proceso de duelo por la pérdida del empleo.
- Consecuencias para los empleados que permanecen: Un PSE también debe considerar las implicaciones que tiene para los empleados que se mantienen en la empresa. Algunas de las cuestiones relevantes pueden incluir:
- Aumento de la carga de trabajo: Los empleados que permanecen pueden experimentar un aumento de sus responsabilidades y carga de trabajo debido a la reducción del personal.
- Incertidumbre laboral: La implementación de un PSE puede generar incertidumbre sobre la estabilidad laboral y el futuro de la empresa, lo cual puede generar estrés y preocupación en los empleados.
- Cambios en el ambiente de trabajo: El proceso de reestructuración puede implicar cambios en la dinámica y el ambiente laboral, lo cual puede afectar la satisfacción y el bienestar de los empleados.
Es importante considerar estos factores y abordarlos adecuadamente en un PSE para minimizar los riesgos psicosociales y proteger la salud y el bienestar de los trabajadores.
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