El Tribunal Militar impone la menor de las multas para una falta grave con la suspensión de empleo durante tres meses
Dos guardias civiles destinados en el puesto de Oliva-Gandia (Valencia) han sido expedientados como autores de una falta muy grave —aunque con la sanción mínima, como es la suspensión de empleo durante tres meses— por acoso a una compañera durante un servicio nocturno. “No te preocupes, que si esta noche hay alguna pelea, [el compañero] te protege los pechos, no te pasará nada”, “tranquila, aún queda mucho tiempo hasta que te cambies de destino, vas a caer seguro”, “¿cuántas veces te has tocado imaginando a la compañera pleiteando en la sala de lo civil con un escote y unas gafas?, ¿sabes que lleva abiertas las ventanas para que se te pongan los pezones duros y poder verlos, no?, “y tú qué crees, ¿que es tranquilita o que luego es una guarra y no quiere parar?”, “claro que me he pajeado pensando en ella, mientras la arrastro del pelo por el suelo o escupiendo en una botella y haciéndoselo beber”, fueron solo algunas de las frases que tuvo que soportar la agente durante más de tres horas de turno.
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