Tras más de una semana desde los hechos ocurridos en el Hospital Universitario de La Paz en Madrid, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) continúa enfrentando una situación crítica, pues el departamento se encuentra desprovisto de médicos como resultado del retorno del jefe de servicio, quien había sido acusado de conducta de acoso laboral.
Ante esta situación, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, ha solicitado a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid que explique las medidas que se están considerando para restablecer el funcionamiento normal de la UCI pediátrica.
Aunque técnicamente la UCI sigue operativa, solo cuenta con el jefe de servicio, lo que ha llevado a trasladar a los pacientes a otras Unidades de Cuidados Críticos, denominando esta situación como un «cierre técnico», según sindicatos sanitarios como Amyts.
Esta falta de personal ha generado una sobrecarga asistencial, afectando actividades quirúrgicas, derivación de pacientes a otros hospitales, el programa de trasplantes y la labor docente de médicos en formación. Más de 30 jefes de servicio de otras secciones del hospital han expresado su preocupación en una carta dirigida a diversas instancias, lo que ha motivado la intervención del Defensor del Pueblo.
La institución ha señalado que la ausencia de personal ha llevado a la suspensión de actividades quirúrgicas, derivación de pacientes, afectación del programa de trasplantes y dificultades en la labor docente, generando preocupación entre los familiares de los pacientes ingresados.
Noticia extraída del periódico El País.