Cuatro funcionarias del laboratorio de anatomía patológica del Hospital de Sierrallana han sido condenadas a prisión por delitos de coacción hacia sus compañeros de trabajo. La sentencia establece que, desde 2011, las condenadas ejercieron un grupo de presión y poder en el laboratorio, excluyendo y hostigando a quienes no seguían sus directrices.
La magistrada sostiene que las acciones de las acusadas constituyen el delito de coacción, al haber creado un entorno intimidatorio caracterizado por la violencia y el control, afectando a diversas personas de manera prolongada en el tiempo. La sentencia destaca la negligencia de las autoridades hospitalarias al no tomar medidas efectivas para poner fin a la situación, a pesar de que la problemática era conocida en instancias superiores.
Os dejamos la noticia al completo extraída de la revista Economist & Jurist.